Antón Pirulero, de Patricio Escobar, se proyectará en la Muestra de cine ConurDocs el domingo 1ro de marzo, último día de la edición Villa Corina 2020. La proyección será en el Complejo Habitacional, en el Estacionamiento que está frente a la escuela primaria 58.
1.- ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo fueron los tiempos y los momentos del rodaje y del grupo de trabajo?
La idea del documental surgió el día que encuentran a Luciano Arruga en el Cementerio de la Chacarita como NN, después de estar desaparecido durante 5 años.
Ahí pensé que el caso de Luciano, al ser emblemático de la desaparición forzada y de haber aparecido de esta manera, nos iba a dar la historia perfecta para contar lo que pasó con él y denunciar lo que significa una desaparición forzada en democracia. Un país que sufrió la dictadura militar, siendo la última la más sangrienta con 30000 desaparecidos, eran pocos los que hablaban de desaparecidos en democracia y la responsabilidad del Estado.
Al poco tiempo que inicié la investigación me enteré que había otros documentalistas trabajando el caso de Luciano, y que venían realizando la película junto con Vanesa Orieta, hermana de Luciano.
Entonces tuve que reformular la idea original, no tenía sentido hacer otra película de Luciano.
2.- ¿Qué problemas o desafíos surgieron y cómo los resolvieron? ¿Hubo algo que en algún momento hizo peligrar la plasmación de la idea en la obra que resultó?
Me centré, ya no en el caso, sino en el tema en sí, la desaparición forzada: Recordé el caso de Iván Torres y me junté con Claudia Acuña y Verónica Heredia, ya estaba trabajando con nosotros Lucas Pedulla de la Revista Mu. De la reunión salió que “hay muchos Lucianos en democracia”, que no era unos pocos, y lo más espeluznante es que todos tenían características similares: eran chicos de una franja etaria de 16 a 25 años, que vivían en barrios marginados, que su apariencia eran las del estereotipo del pibe chorro. Ahí empecé a ver la Máquina de desaparecer personas.
Y de la investigación, sale además de Luciano estaba Iván, luego Casco, Andres Nuñez, Miguel Bru, Hector Gomez y Martín Basualdo, Elias Gorosito, etc . Llené una pared con recortes y datos de chicos desaparecidos en comisarías, o en patrulleros, típicos casos de desaparición forzada. Cuando ingresé a las causas de cada uno de ellos quedé perplejo al ver la máquina. Como decía antes, todos en una franja etaria igual, son de los barrios pobres de distintos puntos del país, la última vez que se los vieron fue en un patrullero o comisaría, la justicia los primeros días no investigan, no les creen a los familiares, siempre toman como premisa la versión de la fuerza represiva implicada en la desaparición, ellos mismos son los encargados de investigar, los medios desinforman, aparecen versiones de verlos vistos a los chicos en otros lados, los jueces no aceptan un habeas corpus. Todo está aceitado para que la desaparición forzada sea un éxito y cuando aparece un cuerpo no es más que la confirmación de lo bien que funciona la máquina.
Así fui encontrando la película. La gran sorpresa fue que al mismo tiempo que estaba en la postproducción sucede lo de Santiago Maldonado. No lo podía creer, día a día su caso surcaba los mismos estadíos de los otros casos que estaba trabajando. Esos días eran de mucha angustia, porque tenía en mis manos el futuro del caso de Santiago, que lamentablemente fue lo que sucedió.
Además de reformular el tema principal del docu, otro de los inconvenientes fue conseguir las entrevistas de los implicados, de los policías, de los jueces, etc. Nadie quiere hablar, algunos jueces hablaron y es revelador lo que dicen.
3.- ¿Cómo ves el panorama de exhibición en la actualidad?
La exhibición es un desastre, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) nunca tuvo política de exhibición y nosotros, siendo parte de asociaciones de documentalistas, es la gran deuda que nos queda con los asociados, porque así como se exigió y se le presentó al INCAA la forma de cómo debía ser la política de subsidios para estas películas de bajo presupuesto e independientes de productoras y distribuidoras (la “quinta vía”), nunca presentamos un proyecto de exhibición para estas películas. Así nos queda solo el Espacio Gaumont como pantalla y al no haber políticas, te dejan una semana solamente. Con esta película fue la primera vez que el INCAA me da solo una semana, sin avisar nada la sacaron de cartel.